lunes, 9 de junio de 2014

un incensato.








Y siguiendo el impulso tenía que decir algo. Que a fuerza de voluntad esto que me lleva a escribirle a un muerto me llena irónicamente de vitalidad.
De cierta forma me afectó ciertamente por otros lados que no son los literarios, que no son los de la exagerada admiración.
Del altar al que se tiene a los escritores, lo bajo porque es humano, y eso ya es bastante. Lo bajo porque no vivía tan lejos y no se necesita saber mucho para sentir un poco de apego a algunas de sus palabras.









                                           male.

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